Susurros | Microrrelato

"Julia, tu solo tienes que hacerlo y ya. Te prometo que nadie se enterará de esto. Además cuando te he fallado" Dijo Eder esta mañana cuando desperté.

El me encontró de nuevo hace unas semanas para que le ayudara a regresar. "Estoy atrapado" me dijo. "Aquí es un infierno, no sabes lo que es vivir así" Repetía tantas veces dentro de mí cabeza que empecé a creer que era verdad. Que el había regresado de algún modo. Sentí que realmente estaba aquí, conmigo.

No sé cómo, ni cuando exactamente. Solo se que... Simplemente apareció de nuevo en mí vida.

Su voz serena, tranquila y llena de calma, era la misma que tenía cuando estaba aquí.

—Esta voz — Dijo el oficial interrumpiendo mis pensamientos, mientras intentaba dejar de llorar desde el alfeizar, dónde momentos antes de llamar a la policía habían tres macetas, en una un captus, en otra una savíla y en la tercera el tronco muerto de un rosal. —¿Esta voz te ha dicho que hagas todo esto? — Preguntó.

—Si— Respondí aunque Eder me pidió no hacerlo

”Idiota, ahora nos querrán separar nuevamente, yo no quiero regresar allá" se quejó como un susurro detrás de mís oídos.

—¿Tambien te pidió que apuñalaras a Iker?

—¡El me obligó! Yo no quería hacerlo, no quería matarlo, solo quería su sangre, Eder dijo que su sangre lo ayudaría a regresar conmigo, como antes. Yo solo quería hacerle una cortada, nada más, mí intención nunca fue apuñalarlo — Chillo llevando mis piernas al pecho y sollozo — El fue quién lo apuñalo, no yo—Repito una y otra vez mientras recuerdo la escena de la sala.

Llamé a Iker en cuanto mí madre salió al supermercado, Eder no dejo de hablarme al oído toda la madrugada para que lo hiciera. 

“Esta noche debemos de hacerlo Julia, sino ellos me llevarán de nuevo y tú no quieres perder a quien ha estado ahí para ti siempre que tenías una crisis ¿No es así? Es decir, yo siempre estaré aquí para ti, pero ahora, ahora necesito que tu estés por mí. Necesito tu ayuda, solo un par de gotas de sangre bastarán" 

Cansada y fastidiada, llame a mí novio para pedirle que viniera con la motivación de tener la casa sola, para los dos.

—¿El chico que mencionas, también te está pidiendo esto? ¿Que saltes? —Escucho la voz del policía gritarme desde la acera, entonces me doy cuenta de que estoy de pie al borde del alfeizar. 

“Hazlo"

Escucho decir a Eder

"Hazlo y todo abra terminado, estaremos juntos, el uno para el otro, ¡lo prometiste cuando éramos niños!"

Es verdad cuando Eder apareció, fue mí única compañía por años, y ahora regresaba a cobrar aquella promesa

—¡No! —Grite tratando de sacar su voz de mí cabeza

—No te está pidiendo Eder que saltes o ¿si?

—¡No! —Repito, pero no me dirijo al oficial, sino a Eder que sigue en mí mente. Como cuando me obligó para tomar el cuchillo y ocultarlo mientras le  pedia a Iker que se vendara los ojos entretanto yo le desnudaba, despojandolo de su playera y dejando ver su torso desnudo. El pobre chico esperaba sexo y no morir desangrando en la sala. Yo... Yo no ...

"Oh vamos, el sexo hubiera sido estupendo Julia pero, tu y yo, recuerda, nos lo debemos el uno al otro. Hay más chicos con los que podrás tener tanto sexo como quieras, incluso si tu quieres ambos podríamos..."

—¡Callate!—Le pido mientras mis pies intentan alejarse del borde lo más que puedo.

—Julia por favor, trata de calmarte, un agente va a ayudarte.

"No pueden, no pueden hacerlo, no permitiré que nos separen nuevamente. Suficiente tuve con esa loca de la terapia. Casi rompe nuestra conexión, Julia no lo permitas"

Cuando era niña la señora Sarahí hizo que la voz de Eder se fuera por un tiempo... Pero ella ahora estaba muerta. Eder... Me obligó...

—¡El no sé ira nunca!—Grito tratando de callar la voz que me susurra al oído, lo que creía que era un ángel ahora es un diablo que no me dejará nunca — Solo tengo que... — Empiezo a decir pero mí cuerpo es más rápido. Movido por la culpa de las muertes que cargo bajo los susurros de Eder, doy un paso al vacío.